Nacer es respirar la luz. Escribir es dejarse llevar por la mano del aire. Vivir en la rama a la espera del viento. Respirar como quien calla y musita el rezo de los pßjaros. Dejar que la brisa inaugure el aliento y la voz. Respirar como quien abre un campo de girasoles, como oler las flores de un manzano viejo.
½DespuÚs, la m·sica del aire nos llena los pulmones, y la m·sica es aquÝ un mirar del alma, por ello es luz [?] El poeta, por tanto, tan s¾lo contempla y lo traslada, como confiesa en la cita de Rosales: el aire es mi maestro. Respirar es un observar que, careciendo de acci¾n, es acci¾n en sÝ misma; acci¾n poÚtica, en resumen+. (Del epÝlogo de Isaac Pßez).
De la mano del aire contin·a el dißlogo con la tradici¾n literaria y los autores de referencia, intentando una sÝntesis de lecturas, experiencias y creaci¾n. Con variedad formal y de ritmo, el viento libre de la respiraci¾n planea por el libro como la energÝa esencial que nos alimenta.
Autor | DAVILA DE TENA,GREGORIO |
Editorial | |
EAN | 9788410027411 |